Bodeguitas, es un puerto ubicado a margen derecha aguas abajo del río Magdalena, en el Corregimiento de Puerto Bogotá. Puerto, que menciona Mutis en 1761, y Humboldt en 1801. Se encuentra a la vera del camino real, pero casi no aparece menciones sobre el.
Desde la IED Puerto Bogotá, hemos iniciado dichas pesquisas para visibilizarlo y ampliar la información histórica sobre dicho puerto. En este articulo traemos un hecho relevante acontecido entre 1819 a 1825 ahí.
José María Cordovez Muore, en su libro Reminiscencias de Santafé y Bogotá, en el capítulo , Roncoy el último verdugo de Santafé, narra las vicisitudes de Antonio Roncoy, un hondano, capaz de asesinar, “a los padres Capuchinos”, de, “muerte violenta a dichos religiosos por el delito de ser fieles a su rey”.
Pero como cosas del destino, los pacificadores españoles, le conmutaron la pena, a Roncoy, y lo convirtieron en el verdugo de Santafé. Esta vez tenía que asesinar a los rebeldes criollos patriotas que se revelaban contra la corona. Algo que no le gusto, y cuando le correspondió ahorcar a un reo, lo hizo a media y prefirió huir a su tierra natal, Honda.
En Honda, no le fue nada halagüeño, porque
era temido, y las autoridades de la provincia iniciaron su persecución, pero en
1819, cambio un poco su vida ya que enrolo al ejército patriota, regreso como
prócer de la independencia a Honda, luego de varios combates a cuestas. En
Honda consiguió una plaza en el resguardo de aguardiente, pero prefirió la
ilegalidad y se volvió contrabandista, y esto creo desconfianza de las
autoridades contra él.
Mapa de la Villa de Honda, 1737. Archivo general de la Nación, Bogotá.
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Y, “Empeñado el gobernador de Honda en coge a Roncoy, ofreció mil duros al que se lo entregara.
La codicia tentó a dos bogas, quienes para ganar la recompensa ofrecida acecharon a Roncoy cuando se hallaba pescando en el puerto de Bodeguitas, una legua arriba de Honda: se le acercaron fingiéndose amigos y lo atraparon; pero el verdugo trabo desesperada lucha con los traidores bogas hasta que logró zafárselos y arrojarse al río, donde no se atrevieron a seguirle sus perseguidores.
Roncoy siguió río abajo; mas al llegar al puerto de Pescaderías se apercibió de un hombre sospechoso agachado a la sombra de una canoa y, creyendo que lo acechaba, se consumió para tomar una piedra, con la cual dio terrible golpe en la cabeza al que creía espía, dejándole por muerto. Y enseguida se echó salto abajo” .
CORDOVEZ Muore J.M (1997) Reminiscencias de Santafé y Bogotá. Selene impresores. Bogotá. Paginas, 877 y 879
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